lunes, 20 de noviembre de 2006

Después de la tormenta

Pues eso que después de la tormenta emocional llega la calma.

Sigo pensando que el mundo es gilipollas, que las personas somos eogistas y que demasiadas veces echamos de nuestro lado a las personas que ya no son útiles.

Pero (lo bueno es que hay un pero) con todo y con más hay personas buenas en el mundo, personas que hacen que poco a poco los pozos sean solo baches.

Una de esas personas es mi novio, al que quiero, muchísimo.

Llevo mucho con mi pareja y le quiero, pero hay una parte de mi que le gustaría volver a ser libre, y conocer gente nueva y hacer cosas nuevas.

Una parte de quiere conocer otros cuerpos, otros labios, otras sensaciones.

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